Recomendada si te gusta pelearte con tus hermanos/as, las bromas sexuales o la historia de la dictadura argentina.
Puede parecer una obra menor, pero no lo es.
Memoria o Desierto es una obra de odios familiares, de secretos, mentiras… pero también de amor fraternal.
Tres hermanas que se encuentran después de un tiempo en el entierro de su padre. De las tres, solo una permanecía en España con él.
Me ha gustado bastante los roles definidos de las tres. Magda, la mayor, abogada estirada que echa en cara ciertos comportamientos a su hermana mediana Natalia, una aventurera médico que trabaja con refugiados en el Sáhara. Las dos se llevan bien con Cata la pequeña que es psicóloga y la mas soñadora, vive en Francia y durante la obra va dando pinceladas de su situación sentimental que le dan los puntos cómicos a esta obra melodramática.
Solo dos localizaciones (tanatorio y hospital) no desmerecen la buena utilización del espacio, otro punto a favor de la obra que a veces peca un poco de sencillez textual.
¿A qué me refiero? A que el punto más flojo de la obra es sin duda su texto. Teniendo un tema trágico como el entierro del padre y queriendo darle en ocasiones el punto de comedia, no llega a cuajar del todo los dos contrapuntos haciendo que a veces parezca forzado el paso de un genero a otro.
El clímax con ese secreto que se desvela sin embargo esta bien conseguido y es en su mayor parte gracias a la interpretación en estado de gracia de las tres actrices.
Ana Rayo, Ana Otero y Marian Aguilera interpretan a estas tres hermanas brillantemente.
Confieso que al principio las actrices entraron un poco perdidas y eso me dio miedo. Sin embargo a medida que iba avanzando la obra ellas se iban creciendo hasta el clímax final.
La mejor es sin duda la soñadora Marian Aguilera, aunque las dos Anas enfadadas también brillan en sus papeles.
Las últimas funciones de Memoria o Desierto son hoy 22 de Marzo y mañana 23 en el Teatro Fígaro, entradas aquí
Mi puntuación 3/5
Esther Castro
La función va a comenzar 
Yo me quedo con las Anas sobre todo la médico del Sáhara, entendí muy bien su vergüenza, su rabia y su papel, me encantó la obra! Bravo por encontrar en un sitio tan dramático como un tanatorio, puntos cómicos (aunque metidos con calzador algunos) y sobre todo, los desencuentros y demonios del pasado que asolaban la vida de estas tres hermanas.
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